
A pesar de que no era la intención inicial de este blog poner información y reflexiones personales, voy a compartir algo muy personal y muy importante para mí que les puede servir en algún momento.
Partiendo por la base del asunto, cuando te toca enamorarte, te puedes llegar a enamorar con ganas, con “tutti”, y contra eso no hay nada que hacer.
Va a llegar el momento en que cada uno se enamore y llegue a ser capaz de todo por la persona amada, donde nada ni nadie va a poder ayudarte a decidir que hacer y que no hacer, donde si tu no sabes que es lo que quieres, nadie puede ayudarte. Puedes estar acompañado, pero en el fondo, estás solo/a en tu decisión.
Aquí es donde si el asunto es recíproco y mutuo todo se hace más fácil. O más difícil.
El problema puede ser la edad de ambos involucrados, si aún están en la edad de ser dependiente de los padres, se necesita como sea la aprobación de los “suegros”; sin eso, no se puede lograr nada. Aunque dicen que el amor lo puede todo, puede que el destino sea más fuerte que la voluntad, y las trabas lo detengan todo.
Hay películas y canciones que hablan de esto, y en estos momentos les encuentro la razón, sólo hay que ponerse a escuchar esas frases y esas palabras que hablan de nosotros mismos.
Siempre he dicho que las cosas pasan para algo. No por, si no para. El por habla de la causa, el para habla del resultado. Lo que nos pasa ahora, ocurre para que más adelante no nos ocurra (o nos ocurra) algo.
Otra cosa que me he preguntado es “¿Me merezco lo que me está pasando?”
¿Quién no se ha preguntado esto alguna vez? ¿Merezco esto y por eso me pasa?
Soy católica y creo que Dios (o si quieren llamarlo de otra forma: destino) nos pone pruebas para poder fortalecer nuestro carácter. Si me pasan estas cosas es para poder madurar emocionalmente, o para cualquier otro objetivo que me sirva en un futuro, y creo que las personas que no pasan por esto es porque no lo necesitan. ¿Por qué y para qué pasan estas cosas sólo a ciertas personas? Lo dejo a su criterio, reflexión y opinión, y ojalá la comentaran.
Cuando cada uno llega a un estado de enamoramiento profundo o directamente amor, no se puede ocultar, tan notorio es, que hasta tus amigos y amigas te lo dicen, y todo el mundo lo nota, te cambia la visión del mundo, las relaciones con los demás, todo cambia.
Y cuando sientes eso, te cambia incluso el carácter y la personalidad, caes en la cursilería y en clichés, pero no se puede hablar de lo que sentimos sin llegar a ser lo que comúnmente se llama “ser cursi”, y eso no te hace menos hombre o menos mujer, al contrario, eres más maduro por el simple hecho de poder expresar lo que sientes.
Al cambiarte el carácter, llegas a ser más sensible, y es ahí cuando hay que tener cuidado con lo que se dice o haga con la otra persona. Una simple frase sin haberla pensado puede destruir emocionalmente al otro, pero eso no implica que se deje de amar, porque amar es algo más profundo de lo que puedo definir. Definir amor es limitar, y el amor no tiene límites.
Lo que les recomiendo a todo el que lea esto: amen, no tengan miedo de lo que sientan, porque no se puede evitar; luchen por lo que sienten, sin rendirse porque como sea ganas (experiencia en el peor de los casos), y enfrenten con valor, sin miedo, rápidamente y de frente a quién se oponga en su felicidad….
Los invito a dejar sus comentarios aquí para poder mejorar y perfeccionar el blog
Saludos,