domingo, 21 de agosto de 2011

Opciones... qué hacer... Llegará un día en que será demasiado tarde para lograr mis objetivos... Ocultando cosas que no debería ocultar por querer hacer lo mejor me daré cuenta tarde que actué mal, que debí actuar distinto, pero si no se está seguro, no sé si valdrá la pena lanzarse... pueden salir muchos dañados y ningún beneficiado... Balanza y equilibrio... No puedo, si nisiquiera sé quién soy, para qué estoy acá, no tengo hobby...
Pensar, meditar... mientras el tiempo me roza hasta azotarme

No sense

Es difícil estar acostada pensando en nada y en todo a la vez.
En cosas ya con un trasfondo filosófico, cómo cuál es el sentido de la vida (si es que tiene algún sentido), o en asuntos tan banales y tan volátiles, como pensamientos que al final los hombres no tienen nada especial que una mujer no pueda conseguir con un poco de esfuerzo.

Al fin y al cabo, ¿qué es la vida si no la sabemos vivir bien? ¿y cómo vamos a saber vivirla si nadie nos instruye sobre los temas realmente importantes? Al final de la historia, da lo mismo la filosofía, la matemática, la física o la biología que sepas, si nada de eso te enseñará a tener una vida realmente tranquila, aprovechada, feliz y esas utopías con las que todos soñamos pero sólo algunas almas afortunadas son las que las gozan. Se pierde el tiempo con materia relleno sin ninguna utilidad verdadera.

Lo primero que se me viene a la cabeza es preguntarme... ¿Cuál es el sentido de la vida? Efectivamente, ¿la vida tiene algún sentido? De ser así, explíquenme cómo encontrarlo.
Otra interrogante recurrente en mi fuero interno estas últimas horas es si la vida realmente tiene un sentido y nosotros debemos encontrarlo, o somos nosotros mismos quienes le buscamos un sentido y nos obligamos a creer en él, para poder llenar el vacío que deja no saber por qué estamos donde estamos, por qué hacemos lo que hacemos, y por qué nos sometemos a ciertos aspectos de la vida.
¿Por qué voy de Lunes a Viernes a aquel edificio en República 105 a leer y estudiar a una sarta de autores que no viven en mi época, debo memorizar muchas definiciones y explicaciones, para eventualmente aplicarlas en un caso, ganas plata, reinvertirla en el sistema, y así sucesivamente?
Pareciera muchas veces que las otras personas saben qué es lo mejor para nosotros, y la comodidad de simplemente obedecer y así evitarse el cometer los errores (y la comodidad también de tener a quién culpar en caso de equivocar el camino), nos lleva a realizar acciones por la simple inercia de deber ser alguien (o lo que se llama "ser alguien")...

¿Por qué estoy acá, escribiendo esta entrada? ¿Por qué estás leyendo esto?
Si alguien conoce respuestas, exijo las comparta.
Desearía que alguien me enseñara cómo vivir la vida, cómo enfrentar los problemas, cómo poder sortear las vallas que se deben sortear, y caer correctamente cuando sea necesario y menester tropezar...

Lo peor es llegar tarde a los eventos que te ocurren. Sentir que lo que te pasa no es lo que quieras. Dudar si es un problema de que las cosas no son cómo quisieras, o estás tomando las cosas desde la perspectiva errónea. Disyuntivas que te perturban en ciertos momentos de poca lucidez.

¿Las cosas deberían cambiar? ¿O lo que debería cambiar es la perspectiva de las cosas y esa forma de enfrentarlas en las que vemos todo erróneamente?
¿Hasta qué punto es válido ignorar obviedades por opiniones ajenas, o por creer en que lo que haces es lo correcto (o lo más adecuado para ti)?
Existe siempre la posibilidad de que existan cosas que no se deban ignorar nunca... pero qué ocurre si lo ignoras, o simplemente llegas después del momento apropiado, cuando ya es tarde. O peor aún, pensando que ignorar algo es lo mejor para ti, dejas de hacerlo y descubres que lo reconociste tarde, cuando ya no hay oportunidad de hacer lo que debías hacer...
¿Es realmente válido obviar ciertas cosas, dejar pasar cosas por alto, dejar las cosas en el status quo a sabiendas que se deben modificar? Y... si de todo eso se imprime un dolor insoportable... ¿Qué se debe hacer?

¿Hasta qué punto estamos conscientes y sabemos lo que hacemos con nuestra vida?

Ahora siento cómo si el tren de mi vida hubiera partido, mientras yo corro detrás sin poder alcanzarlo, por llegar tarde.