lunes, 10 de mayo de 2010

Y se encontró de nuevo en la oscuridad. Gateó hasta su cama, y se acobijó bajo las sábanas... Ahí estaba, aquel lugar que la acompañó en sus desvelo, escuchó tantas conversaciones, y que tantas veces la vió llorar. Mas, ahora era otra noche más, donde su cuerpo tiritaba en la oscuridad de la noche, en donde la almohada quedó humeda, y las sábanas goteaban dolor. Sus ojos comenzaron a cerrarse al compás de su agitada respiración.

No hay comentarios: