martes, 3 de noviembre de 2009

Cansancio

Principio de noviembre... siguen los días fríos, temperaturas extremas que le cobran más de un resfrío a quienes tienen que salir diariamente a cumplir con sus obligaciones, alergias fulminantes que consiguen más de una nariz congestionada... Año escolar sin exámenes que tiene por consecuencia pruebas hasta el último día... nuevos alivios, nuevas preocupaciones... sin lugar a dudas, un año distinto.

Es cosa de detenerse en mí dos segundos, y darse cuenta de muchas cosas que se esconden, pero amenazan con salir a cada instante, arrebatándome en ocasiones donde se me escapa de las manos... es cosa de detenerse en mi mirada, y descubrir algunas de las cosas que se ocultan, y se pierden en un remolino de confusión camuflado en el café de mis pupilas...

Cansancio de tantas cosas, situaciones, acciones... los errores empiezan a cobrar su precio, y el cuerpo comienza a exigir a gritos un respiro... pero es imposible dárselo por el momento... y no queda más que hacer que el cuerpo aguante, que el ánimo saque sus últimas fuerzas, y confiar en que vendrá el descanso y el respiro tan anhelado...

Pasa a veces también que no es sólo la presión externa la que comienza a sumarse a la mochila que llevamos en nuestra espalda... sino que también ocurre que ciertas personas que queremos y que son importante, realizan acciones que inconscientemente para ellos nos dañan de cierto modo, o en su defecto, nos hacen sentir menos, o directamente menospreciadas.
Son estas acciones, muchas veces pequeñas, y comúnmente inconscientes, las que suman el mayor peso a la mochila de nuestra espalda... sin embargo, hay que saber entender a dichas personas, que nunca pretendieron dañarnos, y que buscando nuestro bienestar, o en una conversación antes amena, terminamos con un dolor, o un malestar que antes no teníamos, sumando pesos a la mochila cada vez más pesada...


Todas las cosas y acciones tienen un transfondo... está bien que no te des cuenta, es inconsciente... como dijo aquél... "Tengo una dosis de perdón, por si haces algo que me duela"♫
Y más de una te diré...


Con temor a que los tirantes de esta mochila termine por ceder, y termine todo en el suelo,
Constanza Barros

1 comentario:

Euclithoven dijo...

Mi niña...

Andamos similar... me di cuenta que ese sentirme extraño, es cansancio, no cansancio físico, sino cansancio del momento, cansancio del lugar, cansancio de la gente... sólo quiero estar contigo, contigo todo está bien... contigo soy feliz...

Te amo mi niña, y cuando le ofrezco ayuda, aceptela, es para ayudarle a cargar la mochila, siempre juntos, todas las luchas son NUESTRAS, o no?

Te amo

Su matemúsico