domingo, 9 de agosto de 2009

Sueños


Decidí terminar con esto. Había tenido un mal día. Me despedí de todos, apagué las luces, y me fui a dormir.

Imposible conciliar el sueño de inmediato. Comencé a dar vueltas en la cama, mirando el techo, las sombras… el reloj. Eran ya las 4:15 de la mañana…


De pronto, me di cuenta que no estaba sola. “¡Coni! ¿Por dónde es? Tu conoces por acá” Una amiga estaba a mi lado, caminando rápido, casi corriendo, por un colegio que parecía castillo. Un colegio chileno (conocido para mí, con una connotación especial), y un castillo lleno de pisos y pasadizos…. “Es por acá” Doblamos en el 3º pasillo a la izquierda, llegando a una especie de cámara o habitación más pequeña, con una chimenea apagada, y a la derecha de ésta, una especie de cubículo de cemento sobre nada… “¡Esto es!” ¿Por qué estábamos ahí? No lo sabía, pero sabía que buscábamos, y que esperaba encontrar ahí… El cómo entramos sigue siendo un misterio, pues aquel “lugar” poseía vigilancia constante, y miles de personas transitan por ahí… Sin embargo no había nadie.

“¿Estás segura Coni? No veo nada que parezca ser un escondite….” - “Sí sí… estoy segura, acá es” Comencé a tocar el misterioso cubículo… “Por favor, pon esto (saqué un aparato extraño de mi bolsillo, algo parecido a una linterna, pero no lo era) justo acá (indiqué un lugar bajo el cubículo) y sostenlo fuerte” Mientras mi amiga lo sostenía con firmeza, tome una cuerda que salía del aparato, la tiré con fuerza hacia abajo, y el aparato se “pegó” a la superficie del cubículo “Aléjate…” Una vez con mi amiga lejos, le pegué una patada al aparato, y se abrió de golpe una de las paredes del cubículo. Dentro de él, un grupo de hombres (de la edad nuestra) se sobresaltó bruscamente. Eran alrededor de 7 o 8, la mayoría del grupo de alumnos humanistas.

Comenzaron a bajar de a poco, y con nuestra ayuda. Me di cuenta que sólo conocía a unos pocos a medida que los veía bajar… me sobresalté al ver a un amigo que me llamaba la atención, al cuál le encontraba un parecido increíble con otra persona… y quedé de piedra al ver bajar en último lugar una cara conocida, pero que me miró con repudio…

Una vez todos abajo, comenzamos a explicar cómo llegamos, cómo los encontramos, pues nos estaban esperando… (Sin embargo, esta parte está con una nube en mi memoria). Conversamos durante un rato largo, era consciente que en esas conversaciones se cruzaban miradas con aquel que me llamaba la atención, y me cohibía…

De pronto, llegó el momento de despedirse, mi amiga se fue, y quedé sola con el grupo de alumnos. Los que no conocía de antes comenzaron a despedirse cordialmente, entre ellos aquel con el que había tenido un problema en el pasado, y que me había mirado con repudio. Al despedirse, susurró “Eres una persona realmente increíble, no conoces lo que es el rencor, y me perdonaste a pesar de lo que hice” – “La diferencia es que no soy como tú”. Quedamos sólo los más cercanos. Un pequeño grupo de sólo 4 personas (incluyéndome).

Tras otra larga conversación, decidimos que era hora de despedirnos. No estaba consciente de si era de día o de noche, y tras despedirme de 2 amigos, me despedí de aquel amigo que llamaba mi atención, y el abrazo fue enlazador… de pronto nuestras miradas se cruzaron, y se sintió como si chispas salieran de ellas… En otro abrazo, me besó el cuello, y susurró “Te quitaré esa timidez con un beso”, y sin darme siquiera tiempo para pensarlo, a la vista de todos los presentes, tomó mi cara, y me besó suavemente...

Ante la mirada atónita de los presentes, sintiendo sus labios sobre los míos, desapareció mi sorpresa ante el acto tan repentino, y sentí cómo todo a nuestro alrededor desaparecía, sólo estábamos él y yo… de pronto en un jardín verde… de pronto sobre el pasto…


Eran las 12 del día, y me encontraba sobresaltada, aún con estas imágenes en mi cabeza… ¿Qué habrá significado todo esto?

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