domingo, 18 de abril de 2010

Día a día

Una semana después, se repite la historia...
Ahora sé que nunca encontraré la forma de evitar ese vacío al verte ir, que nunca encontraré algún consuelo para saber que aunque sean horas, días o semanas, no te veré en un tiempo, ni tampoco manejar la nostalgia al sentir que en el momento en que te separas de mi mano, ya te extraño un montón...

... Y veo con alegría (y algo de angustia por el hecho de que no estés conmigo constantemente), que con cada paso que damos de la mano, con cada noche que pasa y hablamos un ratito, con cada amanecer que paso sabiendo que estás intangiblemente a mi lado, y en cada foto etiquetada con tu nombre, veo el relejo del hombre perfecto, del hombre que hace de mi mundo un lugar perfecto, de mí una persona mejor... al hombre con quién quiero ver pasar miles de ocasos y contemplar mil amaneceres a su lado, al hombre con quién quiero pasar mi vida.

Veo con alegría y complacencia, cómo a diferencia de otros, este amor aumenta día a día, sin llegar a su auge, y así sin decaer, nisiquiera con un atisbo de fin... pues para un amor como este, su auge es todos los días, y la palabra "final" no existe. Para un amor como éste, sólo existe la palabra "nosotros", "juntos" y "siempre". Tres palabras que se unen en aquella hermosa frase...

Te amo.

2 comentarios:

El_Morales dijo...

(Y) A Iván Morales le gusta esto.



:3

Unknown dijo...

Jajaja que tierno eres :)