A veces me haces sentir que no me conoces aún, sabes que traigo conmigo muchas responsabilidades y obligaciones, y que en el fondo, soy un problema, seguramente un estorbo en tus planes...
Y es en momentos así donde recuerdo cómo duele, y me comienzo a preguntar si lo estamos haciendo bien... y cómo no hacerlo, si lo que antes me molestaba, aún no ha cambiado.
Duele mucho, y más amándote tanto.
Pero... quién dijo que el amor no duele? Si yo mismo reconocí el dolor como característica de él en este mismo espacio.
Aún tengo dosis de perdón por si haces algo que me duele, pero temo que tú no tengas con tanta estupidez que siento y hago, y que como muchos, te aburras, cansas, y te vayas...